
Arduos son los trabajos de preparación de la Piedra. Grandes esfuerzos se han de hacer siquiera para comenzar. Un pulido adecuado. Un escuadrado según el Arte. Y dentro de los límites trazados una colocación marcada en posición.
Es signo de los tiempos desarrollar actividad no siempre fuerte y duradera. La peculiar materia, la tierra, los elementos, y el ruido de metales, dificultan no poco la obra y la seguridad de los obreros.
Sin embargo, en medio de voluntad, ideales, ilusión, y de planes trazados del Templo, la cantera abre ante nosotros su seno maternal animando a la búsqueda, a extraer directamente de su seno materiales aptos, nuevas energías vivificantes. En suma, a encontrarnos a "escuadra" y separarnos " a nivel".
Aquí, bajo la roca de Moriá, son bienvenidos todos los obreros de corazón puro. Todas sus obras serán calibradas y colocadas para provecho, disfrute, e inspiración de sus iguales. Y serán acogidos todos los peregrinos de talleres lejanos que gusten del pan y el vino que aquí dispensaremos.
No inventaremos nada. En las obras de la Tradición encontraremos inspiración y comprensión, y así, con profundo amor y devoción, transmitiremos sin mácula lo que un día nos llegó. Pero ya que es cantera y no templo con tejador, guardaremos con reserva nuestra casa, y sólo por los signos reconoceremos a tientas los caminos vírgenes de la caverna.
Hollad pues y mostrad que encontrasteis, y si conviene al cimiento, al muro, al arco, o al adorno, así nos beneficiaremos aunque sean unos pocos.
Fraternalmente
Adonhiram