miércoles, 20 de enero de 2010

Orígenes de la masonería especulativa - estado de las teorías actuales


Articulo de Roger Dachez

De todos los debates relativos a la historia de la francmasonería, el que se refiere a los orígenes de la Masonería especulativa, no debe dudarse, es uno de los más fundamentales.

Ahora bien, en Francia, este tema apareció más o menos recientemente, y yo he contribuido modestamente a que se conociera en 1989, publicándolo en la Revista Renaissance Tradicional, a través de dos largos artículos en los que ponía de manifiesto, precisamente que sobre esta cuestión podía y hay un serio debate, exponiendo por primera vez en lengua francesa una parte fundamental de los estudios efectuados hasta ese momento en Inglaterra y en Escocia, desde principios de los años setenta.

El simple hecho de plantear la cuestión de los orígenes de la Masonería Especulativa, y para decir las cosas claramente, de mencionar la ausencia de filiación directa con la Masonería operativa medieval como una hypothèse, simplemente posible, suscitó en distintos medios, y se vió en distintos estudios, en ocasiones con reacciones francamente hostiles, llegando a veces hasta la sinrazón.

Observo que desde entonces varios autores, en distintos estudios y algunas obras, consideraron útil mencionar este debate, en adelante ya dado por inevitable, y por tanto era necesario que se examinasen, al menos, las teorías de sustitución y la teoría clásica de la transición , se juzgan gemelamente como dignas dentro de la masonería.

Es obviamente en Inglaterra y en Escocia, todo un progreso considerable, aunque no se puede negar que existen ciertas oposiciones, y que éstas se manifiestan de buen grado. No obstante, la emoción levantada por este nuevo problema, y el hecho mismo que hay hasta cierto punto estamos ante “debate sobre el debate”, me obligan, antes de abordar el núcleo central de la cuestión, a volver de nuevo, a la manera de un preámbulo necesario, a realizar algunas consideraciones metodológicas que valen para el conjunto de este trabajo .

Nuestro estudio, desde hace treinta años, hizo suyo la posición definida en 1947 por dos grandes historiadores ingleses de la Masonería, Knoop y Jones, manifestada en el prólogo a la primera edición de su obra principal The Genesis of Freemasonry :

« En primer lugar, advierten los autores, aunque haya sido hasta ahora habitual pensar la historia masonería como una cuestión aparte de la historia ordinaria, justificando de este modo un tratamiento especial, pensamos que se trata de una rama de la historia social, del estudio de una institución social particular y de las ideas que estructuran a esta institución, y que se debe abordar y escribirla exactamente de la misma forma que la historia de las otras instituciones sociales. »

Sólo tenemos que retomar estas observaciones que aprobamos sin reserva, convencidos de que no hay otra vía posible en la investigación histórica. Es una elección obviamente importante que inevitablemente dista mucho de ser compartida por la unanimidad de los autores que trabajan en la historia masónica.

Así como la historia de algunas religiones, y de algunas iglesias, tratada con objetividad, es a veces dolorosa para el historiador, puesto que implica conflictos muy vivos con algunos fieles que se niegan a observar y a digerir su propia historia, es lo que sucede con la historiografía masónica que llamaremos como “la historia laica” de la Masonería, y es todo un escollo del cual el historiador de la Masonería debe se plenamente consciente.

Hace más de una quincena de años, el erudito inglés John Hamill, que fue bibliotecario durante mucho tiempo de la Gran Logia Unida de Inglaterra, y conservador de sus fabulosos archivos y su museo, en su obra simplemente titulada The Craft, que vuelve a publicar en1994 con una trabajo revisado en el fondo y en la con el título: History of English Freemasonry, ya se expresaba claramente esta dificultad:

« Hay pues, escribe T John Hamill, dos tipos de enfoques en cuanto a la historia masónica: el enfoque, propiamente dicho, como “auténtico” o científico, según el cual una teoría se funda se desarrolla a partir de hechos comprobables o de documentos; y un enfoque dicho “no auténtico” que se esfuerza por poner de nuevo a la Francmasonería en el contexto de la tradición de Misterio, buscando vínculos entre las enseñanzas, las alegorías y el simbolismo de la Masonería de una parte, y de la distintas tradiciones esotéricas por otra parte. La ausencia de algunos conocimientos sobre el período de los orígenes de la Masonería, y la diversidad de los enfoques posibles explican seguramente porqué este problema sigue siendo tan cautivante.

[…] Saber si algún día descubriremos los verdaderos orígenes de la Francmasonería es una cuestión que permanece sin respuesta. »

Con esta perspectiva deseo aportar algunas reflexiones sobre el problema de los orígenes de la Masonería Especulativa, y lo hago no aportando pesados y aburridos catálogos de teorías más o menos fundadas y de hechos o documentos escrupulosamente analizados, sino como una síntesis de diez años de trabajo, de reflexiones e investigaciones personales sobre este tema que les expongo

Vulgta Masónicaque: la teoría de la transición

La tesis más antigua y la más extendida, es aquélla que exponen la mayoría de las obras consagradas en cuanto a la historia masónica en Francia, y que comparten espontáneamente la inmensa mayoría de los Masones, y que necesariamente no examinan la cuestión a fondo , es la teoría conocida como transition.

Incluso en la rigurosa escuela histórica inglesa de la Masoneríoa, fundada al final del siglo pasado por Gould y Hughan, se enseñó durante mucho tiempo esta teoría. En las últimas décadas, su partidario más brillante fue el erudito Harry Carr, que posee sobre el resto de historiadores de Inglaterra una estimable posición intelectual preeminente.

Esta teoría, afirma que al salir de la Edad Media, la Masonería Operativa, que poseía entonces una organización con logias y usos rituales, sufrió una determinada decadencia, a causa de las transformaciones económicas afectaron a los oficios de la construcción.

En Gran Bretaña, y, en particular, en Escocia, al final del Renacimiento, y más concretamente aún en el transcurso del siglo XVII, producto de una transformación sensible en la Institución , hombre ajenos al Oficio, fueron ocupando a menudo cargos importantes, en general desempeñados por intelectuales que de buen grado llevados por las especulaciones resultantes de la corriente imperante del momento de raíces alquimistas, neoplatónicas nacidas en Florencia, en el siglo XV, en combinación con la tradición Rosa-Cruz, muy difundida a partir del principio del XVII, habían hecho su entrada en logias en esos momentos muy moribundas.

Estos Aceptados Masones, poco a poco, fueron aumentando su número y su influencia hasta el punto de convertirse en mayoritarios dentro de las logias, llegando hasta cierto punto a eliminar a los masones operativos, convertidos de este modo en unos extraños en su propia institución.

Esta Vulgata, que, implica también algunas otras alternativas, integra en ocasiones lo que se podría llamar como las leyendas complementarias.

La primera de estas leyendas, es por ejemplo, el tema de los Maîtres Comacins, estos misteriosos masones italianos quienes, en virtud de franquicias muy conocidas que les fueron conferidas por el Papa - y que justificarían para el resto la expresión franc-maçon hubieron de haber cruzado toda Europa, extendiendo su conocimiento arquitectónico, geométrico y esotérico, fertilizando así los primeros gérmenes de la Masonería Especulativa. Ya mostré en otra parte, hace algunos años, de donde procede esta fábula sin ningún fundamento documental, y por qué juego de copieteos sucesivos sin comprobación de las fuentes, esta leyenda ha ido adquiriendo visos de verdad.

Otro componente, a menudo confusa, pero muy viva dentro de la teoría de la transición, es la hypothèse compagnonnique. No es el momento de mostrar en detalle las contradicciones y las inverosimilitudes. Sin embargo descansa en gran parte, y es este punto destacaremos que hay una grave pero frecuente confusión entre la Masonería Operativa, tal como pudo existir, bajo formas extremadamente diversificadas en el resto de Europa de la Edad Media, en Francia, Gran Bretaña y Alemania, por ejemplo, con estatutos a menudo bien diferentes, y el Gremio del Compañerismo propiamente dicho, organización de origen esencial, y durante mucho tiempo, casi exclusivamente francesa, cuyos orígenes históricos parecen certificados hacia el XV siglo, pero sobre los usos de los cuales, recordémoslo, poseemos poca información sustancial o fiable antes del final del XVIII.

En cualquier caso, es importante hacer hincapié en el hecho de que la Masonería Eespeculativa se formó, en condiciones aún dudosas, durante el siglo XVII en Gran Bretaña, nunca jamás ha conocido p coincido con el Gremio del Compañerismo , al menos a este tiempo de la fundación.

Que se pueda situar la cuestión como organizaciones vinculadas a los oficios de la construcción - pero no exclusivamente para el Gremio Compañeros – en las semejanzas de formas y usos, no tiene que sorprendernos, pero debemos tener presente siempre este proverbio que todo historiador escrupuloso no debe olvidar "comparación no es razón".


Una crítica radical de la transición


Fue necesario esperar a los años setenta para que hubiera una crítica decisiva y se llevara por delante la teoría de la transición. Fue la obra, en particular, de un notable investigador inglés: Eric Ward.

La crítica de Eric Ward, está asentada sobre el significado clásicamente asignado a algunas de las palabras claves utilizadas por la teoría de la transición. Citaré algunos ejemplos.

Freemason, Free-Mason

El origen y el significado de la palabra freemason es un buen ejemplo de las ambigüedades explotadas por la teoría clásica. E.Ward a podido demostrar de manera definitiva que, contrariamente a todas las etimologías fantasiosas que corren aún a día de hoy, la palabra freemason no pertenece a la Edad Media, ya que es una conformación de dos palabras freestone mason, masón de piedra franca, designando de este modo a un obrero que trabaja efectivamente una determinada calidad de piedra blanda que se puede cortar y trabajar de manera muy fina.

Ahora bien, si tomamos los primeros testimonios relativos a los masones no operativos ingleses del siglo XVII, observamos que estos Accepted Masons son también indiferentemente designados por las palabras Free Masons, u Free-Masons, con o sin guión, pero siempre con dos palabras.

Todo indica claramente que a partir del final del XVII, y principios del XVII, los términos Accepted et Free vienen a ser equivalentes para designar a los Masones no Operativos. Pero tal y como hizo observar E.Ward, en un análisis muy inteligente freemason no es Free-Mason. La palabra Free, en Free- Mason u Free and Accepted Mason simplemente hace referencia al hecho de que estos “nuevos” Masones son “libres” respecto al Oficio, es decir, simplemente ajenos al Oficio…

En resumen, la identidad fonética y la proximidad morfológica palabras freemason (palabra muy antigua, derivada del anglonormando, y vinculada a la práctica operativa) y Free-Mason, no deben hacernos olvidar la verdadera desemejanza semántica, y no pueden autorizarnos a buscar y a introducir un parentesco entre hombres de épocas distintas, los cuales llevaron estos nombres por razones evidentemente muy diferentes.

Las logias operativas inglesas?

Otro problema planteado es el hecho de que la francmasonería especulativa haya nacido Inglaterra – en el sentido exacto del término. Ahora bien, nosotros sabemos que no existe ningún documento que dé prueba que de que personas ajenas al Oficio hayan sido admitidas en las logias operativas inglesas.

Por otro lado, la realidad de las logias operativas– dentro del sentido que podemos dar a la palabra logia, a la luz de la masonería especulativa: una estructura permanente, regulando y controlando el Oficio en todos los puntos del territorio, proporcionada de usos rituales específicos - es un hecho problemático en tierras inglesas: puesto que no hay ningún rastro histórico de ello.

Más aún, algunas raras logias operativas, muy tardías, curiosamente solo conocidas en Inglaterra, siguieron siendo operativas hasta su desaparición. No se puede, sino volver al estudio magistral de Knoop y Jones, The Medieval Mason, cuya primera edición aparecida data de 1933, y no deja de ser notable que esta obra haya sido publicada por historiadores profesionales, fuera de los círculos habituales de la erudición masónica, y que hayamos rescatado apenas hace cuarenta años, y es la que nos pone en una certeza: que el origen de las logias masónicas que aparecen en Inglaterra son puramente especulativas.

La logia de Chester, en efecto era operativa que se desarrolla en medio del siglo XVII, muy bien estudiada por los historiadores ingleses, tuvo una existencia transitoria, y constituye prácticamente un “hapax en la historia masónica inglesa.

Incluso en lo que se refiere a la famosa Acception de Londres, del siglo XVII, indebidamente calificada de logia, ya que este término no aparece nunca en sus anales, y erróneamente es citada como un testimonio de la transición especulativa, hay que decir que nadie sabe quién tomó la iniciativa de fundarla, ni por qué motivo. Este círculo logial constituido al margen de la Compañía de Masones de Londres, fue el único gremio organizado conocido en Inglaterra para el oficio de masón, cuya autoridad nunca sobrepasó el entorno de Londres.

La Acception dentro de la historia masónica deja dos finos rastros documentales, en 1610, y luego en 1686, en el informe de Elias Ashmole. No se conoce ninguna otra estructura comparable en Inglaterra en esta época, ni aún más tarde. Parece haberse tratado de una clase de club que recibe, según la fórmula muy clásica del patrocinio que se conocerá también Escocia, de notables y personalidades susceptibles de favorecer el Oficio.

Recordemos sobre todo que los operativos, ellos mismos debían admitirse en el seno de la logia que controlaban, ya que no eran miembros de derecho. Es por eso, que la Compañía de los Masones de Londres persistió hasta nuestros días, y los Acceptions han desaparecido sin dejar ninguna descendencia conocida.

En absoluto se pueden oponer cosas que parecen presentarse de diferente manera, y en muy distintoss ámbitos como Escocia, donde a principios del siglo XVII, donde la entrada de notables en logias operativas organizadas parece cierta.

Tendremos ocasión de volver de nuevo sobre el caso. En efecto es muy interesante el tema de Escocia. Observemos por el momento que Escocia era, hasta principios del siglo XVII, un país extranjero y enemigo de Inglaterra, que había muy pocas relaciones entre el uno y el otro, y que la existencia de logias operativas en Edimburgo o Kilwinning, no explican por sí solas las circunstancias de aparición de una Masonería puramente especulativa, al mismo tiempo, que en el sur de Inglaterra.

La hipótesis del Préstamo

A partir de la crítica a esta teoría, nació a principios de años setenta, lo que se puede llamar una contrateoría. Esencialmente negativa, se podría decir, ésta no se propone solucionar positivamente la cuestión de los orígenes de la Masonería pero sugiere que la Masonería especulativa, contrariamente a lo que afirma la teoría de transición, tendría un origen deliberadamente prestado con textos y prácticas que pertenecen o que pertenecieron a los operativos, pero de manera totalmente independiente, sin filiación directa ni autorización.

La masonería especulativa por lo tanto no habría mantenido, desde su fundación, vínculos puramente nominales, sino como mucho, lazos alegóricos con los constructores de las catedrales. Dejando, hasta cierto punto, a la Masonería especulativa huérfana de su tradición fundadora, el cuestionamiento suscitado por E.Ward condujo a la erudición masónica inglesa a buscar un modelo de sustitución a la teoría de la transición, en adelante ya muy poco operativa en su formulación clásica.”Ce chantier est toujours en cours”.

Nuevas miradas sobre los Antiguos Deberes

À esta primera cuestión vino a añadirse otra más positiva en la propuesta que en 1986 lanza el gran erudito ingles Colin a Dyer.

Esta teoría se basa en primer lugar en la reconsideración de la filiación de estos textos fundamentales de la tradición masónica inglesa que son los Anciens Devoirs (« Old Charges”). Se sabe en efecto, que entre las dos versiones más antiguas conocidas, están la Regius y manuscrito Cooke, fechadas ambas en los alrededores de 1400, y las versiones siguientes que existen, más de 130 actualmente, y colocadas en un índice hasta pleno siglo XVIII, habiendo un período documental mudo que alcanza los 150 años aproximadamente. Como revancha decir que a partir de los años 1580, hubo de nuevo una cantidad creciente de textos de Antiguos Deberes. Ahora bien, sabemos, gracias a la mención llevada a cabo por el Manuscrito Ms Sloane 3848, qué sirvió para la iniciación de Elias Ashmole en 1646 en la logia Warrington, un ejemplar de Antiguos Deberes que era un tipo de instrumento de trabajo esencial en las logias especulativas inglesas, en particular, para la recepción.

En aquellos momentos se trataba de una ceremonia muy simple y sencilla para proceder a la aceptación de un candidato. Esto es admitido como un hecho muy general, y sobre todo sabiendo que hacia finales del siglo XVI, no existía al parecer, ya ninguna logia operativa.

La hipótesis de trabajo propuesta por C. Dyer, es estudiar el contenido de estas nuevas versiones de Antiguos Deberes, con el fin de sacar un testimonio sobre el espíritu y los usos especulativos ingleses de quienes, podrían haber aparecido al mismo tiempo que estos mismos textos, o sea mucho antes que se lo piensa generalmente.

Los dos textos más antiguos disponibles hoy, para esta “segunda oleada”, son el Ms Melrose, del cual se posee una copia datada de 1674, pero que afirma referirse a un original – desconocido hasta este día - de 1581, y sobre todo el Ms Grand Lodge n° 1 que tiene clara la fecha que es de 1583, y que son interesantes para un estudio comparativo de su contenido, con la versión antigua de referencia que es el Ms Cooke.

Las diferencias observadas se resumen esencialmente en dos grupos:

1. Algunas certifican que estos nuevos documentos no tenían probablemente un uso operativo, y que los escritores no pertenecían probablemente al oficio de Masón; así pues, por ejemplo, las condiciones antiguas, relativas a la obligación para todo el Maestro de Obra - es decir, todo patrono - de proporcionar a la sustitución de todo obrero que no realizara su trabajo el tiempo, pagarle por su trabajo y que fueron simplemente suprimidas.

2. otras obligaciones hacen su aparición, y poseen significados morales y religiosos interesantes:

- La obligación de servir lealmente el Señor para quien él trabajo, se sustituye por un compromiso de fidelidad « a Dios y a Santa Iglesia”. Es necesario observar que este compromiso figuraba en el Ms Cooke bajo la fórmula: « Dios, la Santa Iglesia, y todos los Santos”.

- La supresión de esta última mención tiene obviamente un significado confesional probable, ya que prescribe que todo Masón nunca debe caer e en el error o en la herejía de no ser en cualesquier circunstancias un hombre discreto y prudente.

En total, las diferencias observadas entre las dos series de textos conducen C. Dyer, a la conclusión que después de un silencio de más de ciento cincuenta años, el Ms Grand Lodge n° 1 no es de ninguna manera una simple copia, más o menos abreviada de Cooke, sino un documento totalmente nuevo, que introduce numerosas normas que no se refieren ya directamente a la práctica operativa, pero poseen un carácter moral y específicamente religioso.

El estudio más detallado de la ortografía utilizada para los nombres bíblicos mostrados por otro lado, en el Ms Grand Lodge demuestra que se hizo uso de las biblias publicadas en Inglaterra después de la Reforma, lo que representa que fue escrito a partir de 1540 alrededor.

De este estudio resulta la propuesta de una hipótesis, según la cual el Ms Grand Lodge sería uno de los primeros textos, de una larga serie de ellos, utilizados a partir de los años 1540-1580, por un grupo de hombres conocidos a lo largo del siglo XVIII, bajo el nombre de Masones especulativos, o Masones aceptados.

Ahora bien, la historia religiosa de Inglaterra del siglo XVI, nos puede proporcionar elementos susceptibles para apoyar esta tesis. Durante todo este período, todos los que expresaron convicciones religiosas opuestas al poder existente, perdieron la vida en las hogueras. Esta cotidianeidad en tiempos especialmente revueltos, hizo que ciertas y muy diversas comunidades se sumergieran en a la discreción en sus prácticas, o incluso al secreto.

Es durante los años 1560 a 1570 cuando la crisis religiosa alcanzó su punto culminante. Estos años se caracterizaron, en particular, por los distintos conflictos que asolaban a Escocia y la “deposición” teórica de Isabel por el Papa en 1570. Paralelamente a estos acontecimientos, los especialistas de la historia religiosa de Inglaterra plantearon la existencia de un movimiento general constituido en el seno de la Iglesia de Inglaterra, y cuyo objeto era de hacer oscilar ésta hacia el campo de la Reforma.

Hacia 1570, según el historiador inglés J.E. Neal, se trataba de un verdadera « organización secreta” que debía actuar con prudencia, debido a las presiones de los más moderados y por las exigencias expresadas por la Reina. Este movimiento debía de conseguir la formación de una secta independiente del origen de la Iglesia congregacionista

Cierto es que un testimonio de aquel tiempo condujo a distintos grupos, con convicciones morales y religiosas bien definidas a actuar en base a la formula de organizaciones más o menos secretas.

Parece pues muy probable, cuando se sigue la tesis de C. Dyer, y de varios autores ingleses de hoy, que el movimiento que dio nacimiento a la Masonería Especulativa tuvo su origen en las motivaciones claramente religiosas de aquellos momentos. El estudio comparado de Antiguos Deberes establece, en particular, que este movimiento, al parecer secreto, y que la historia religiosa del tiempo vuelve comprensible, no tenía ya ningún vínculo con la Masonería Operativa, ya que se habría establecido hacia 1560o 1580, en la época en que los conflictos religiosos alcanzaron precisamente su mayor intensidad.

Las teorías Múltiples

Después de casi veinticinco años, distintos autores tienen la intención de reformular una teoría alternativa, la cual pueda dar cuenta del conjunto de testimonios documentales que poseemos en relación al período histórico que rodea el nacimiento de la Masonería Especulativa, y susceptibles de escapar de las objeciones de E.Ward.

Ello traduce seguramente un determinado desasosiego por parte de los investigadores, y nos muestra el papel muy fértil de la crítica devastadora de E. Ward, que se empeño en releer todos los documentos disponibles sobre la historia de la Masonería a la luz de esta nueva propuesta

Se consigue de esta manera proponer una teoría política, vinculada a los acontecimientos de la guerra de 1640 a 1660 en Inglaterra, acompañada de una teoría religiosa que también exploró el papel de la sociabilidad caritativa y de primeras sociedades de ayuda mutua nacidas en el siglo l XVII en los medios artesanos, así como el papel desempeñado por la disolución de las comunidades monásticas después de la reforma inglesa de 1534.

Queda claro que ninguna de estas teorías nos llevan a la convicción total .

Todas tuvieron el inmenso interés en promover un redescubrimiento de los fundamentos históricos de la Masonería Inglesa, y la Masonería Escocesa, confundiendo su desarrollo, que es bien distinto y que ha desembocado en una nueva teoría

La clave escocesa: David Stevenson, en THe Origins of Freemasonry

En 1988, aparecieron sucesivamente dos obras del erudito escocés David Stevenson. Estos estudios aportaron a su vez una renovación completa de la controvertida cuestión de las fuentes de la Masonería Especulativa.

Apenas es posible resumir brevemente la tesis mantenida por el autor sin la ayuda de una documentación abundante y segura. No obstante describiré las líneas esenciales.

En 1598-1599, un importante funcionario de la Corona escocesa, William Schaw, Supervisor General de los Masones e Intendente de los Edificios del Rey, dicta una serie de reglamentos que organizan sobre nuevas bases el Oficio de Masón en Escocia.

El Statuts Schaw crea una red de logias territoriales, que incluirán una jurisdicción que se definía geográficamente, y daba a estas logias unas modalidades de organización que eran las que fijaban su funcionamiento como el encargo de conferir a los obreros los dos grados del Oficio: el de Aprendiz Entrado (Entered-Apprentice), y generalmente, al término de un aprendizaje que llegaba a los siete años aproximadamente recibían el grado que les permitía buscar libremente la contratación como adjunto a un Maestro, es decir de un patrono; el Compañero del Oficio (Fellowcraft) de este modo afirmaba su total control del Oficio, pero sobre todo ello le permitía de postularse eventualmente para la entrada en la Guilda de Maestros , denominada Incorporation, distinta de la logia y organización puramente civil y política, y que se presentaba como una clase de sindicato de patronos, controlando a la vez el Oficio y la Ciudad.

En un trabajo notable y escrupuloso, D. Stevenson pone de manifiesto o que esta organización era profundamente innovadora y estrictamente consustancial a Escocia.

Nunca, ni en Escocia, ni en Inglaterra antes había existido tal sistema, y menos dotando a la logia de un estatuto jurídico y de una personalidad moral, que perseguía una verdadera permanencia, en definitiva a jugar el rol de” Oficiales”” (le Warden o Garde, o de Diáconos), el Statuts Schaw, es una evidencia, sentó pues las bases estructurales que más tarde devendrá en Escocia en la masonería Especulativa.

La Masonería especulativa es la contribución más notable de D. Stevenson, sin embargo, hay que poner de manifiesto que contrariamente a la versión propagada por las teorías clásicas el fenómeno de la Aceptation, es puramente inglesa, y nunca fue utilizada en Escocia, este fenómeno muy propagado ha permitido la sustitución progresiva del especulativos a los operativos en las logias, aunque nunca se produjo en Escocia en el siglo XVII.

Analizando cuidadosamente las listas de los miembros de estas logias, y explorando su historia durante varias décadas, D. Stevenson, muestra que estas logias escocesas permanecieron, esencialmente y durante mucho tiempo, como operativas.

En cambio, hay un nuevo punto y esencial, él que se ponga de manifiesto que desde el principio, algunas personalidades, incluidos famosos como Robert Moray, indiscutiblemente muy próximo a la corriente de pensamiento hermetista, neoplatónica y rosacruciana - cualquiera que haya sido el significado de estas últimas etiquetas -, se inclinaron, en Escocia, hacia estas logias.

Su organización relativamente discreta, si no secreta, la existencia conocida de algunos ritos, los interesaron, aunque sus incursiones documentadas en estas logias , a lo largo del siglo, son extremadamente raras y generalmente transitorias.

Permanece, y es el acervo principal de los trabajos de D. Stevenson, que la práctica excepcional, pero innegable, de recibir como miembros honorarios a personas ajenas al Oficio en estas logias - dónde este nuevos aceptados no solían volver nunca más-, ha podido crear una población, aunque seguramente escasa numéricamente de “masones libres”, pudiendo de este modo transportar y transmitir y transformar una Masonería en función de sus propias preocupaciones intelectuales.

Es tremendamente interesante tener en cuenta que Robert Moray, es uno de los que primero se recibieron como “especulativos” y conocidos como tal en la Masonería, y que consiguió en 1640 en una logia temporal constituida al margen de una guerra, en territorio inglés. Es un hecho que debemos anotar y es la existencia enigmática de la temporal logia Warrington que recibió a Ashmole seis años más tarde, al margen de la misma guerra, que se sitúa muy al norte de Inglaterra…

Escocia no inventó pues la Masonería Especulativa. Creó, bajo el impulso de William Schaw, las estructuras de una Masonería Operativa bien organizada que servirá indiscutiblemente de modelo a la masonería especulativa que se organiza a principios del siglo XVIII.

Y por tanto surtió de Masones no operativos quienes nunca habían integrado el Oficio , pero que, asegurados de este frágil viático pudo hacer uso más allá de la « frontera del norte » (Northern Border), y poniendo pie sobre el suelo inglés, pudieron extenderse, de este modo si se puede comprender que la Masonería inglesa del siglo XVII se convirtiera en especulativa casi inmediatamente.

Una teoría sintética

Muchas cuestiones siguen estando pendientes sobre este tema tan complejo como es el nacimiento de la Masonería, y aún quedan muchos enigmas por solucionar, y otros muchos puntos aún están en un trasunto indeterminado de su estudio y resolución.

Sin embargo se puede afirmar, ahora que poseemos los elementos para elaborar una teoría sintética sobre los orígenes de la Masonería Especulativa en cuya formulación vengo trabajando desde hace años, que podemos sentar las bases sobre un modelo historiografico e investigativo que evidentemente se puede criticar y hasta enmendar.

La Masonería operativa, en Gran Bretaña como en el resto de de Europa, se desarrolló en una civilización poco comunicante y estructurada en torno a poderes locales, en una fecha en la que los organismos de vocación nacional, como los calificaríamos hoy, no podían tener ningún sentido.

Había en Inglaterra obreros, más o menos cualificados y experimentados, jefes y Maestros de Obra y quiénes podían ocupar toda su vida como Mason en una obra, para quien el oficio se resumía a la edificación de una catedral de la cual no había visto colocar ni la Primera piedra, y que incluso no vería su culminación. Y ello necesariamente necesitaría de la transmisión del saber sobre las obras, y los más antiguos: Los Compañeros, en esta larga cadena formaban a los más jóvenes, los Aprendices.

Estos hombres eran simples, analfabetos, no poseían aún ni un patronímico: eran John el Constructor, o Edwin de Chester. Había logias adosadas al edificio en construcción, donde se guardaba las herramientas, donde se descansaba, dónde se hablaba de los problemas de la obra y de los proyectos del día siguiente. Poseemos algunas descripciones al respecto `[ personalmente creo que estos grupos no se debían diferenciar hasta los que no hace tantos años funcionaban en nuestra tierra, las cuadrillas de canteros y albañiles, que salían de casa con su cuadrilla y sus arcas de trabajo..cuestión que he vivido y que dan una idea de las relaciones que se establecían]

Se hacían planeamientos sobre el suelo que una vez aplanado servía para trazar dibujos o las galgas de la construcción. Había un orden social y religioso, donde los clérigos desempeñaban un papel esencial. Para organizar al pueblo de constructores se redactaron textos, Reglamentos, y también para dar un sentido al trabajo de estos hombres se trabajó sobre las viejas crónicas, Pierre Comestor y el Polychronicon, para redactar una historia que sería la de los Masones.

Se sabe así que el poema Regius, fue muy probablemente redactado por un sacerdote del Priorato de Lanthony. En eso consistía la famosa enseñanza de las logias operativas, fuera, por supuesto, de todo misterio donde todo es natural y muy consubstancial con el ejercicio del oficio. Había también algunos usos, algunas ceremonias de carácter religioso, y todo se desarrollaba dentro de una Europa medieval, en qie el obrero recibido en una obra juraba respetar a Dios, la Santa Iglesia, su Rey y el Maestro de la obra, y se le presentaba la Biblia.

Todo lo que sabemos de las logias operativas inglesas en la Edad Media, es que las obras duraban varios años, o incluso decenas de ellos, en las que nacían, vivían y morían los masones. Es todo lo que sabemos, y por mucho que digamos no deja de ser cierto que todo lo que allí aconteció es una hipótesis,tanto sobre una red desconocida de logias iniciáticas y secretas, como sobre la que existencia y las enseñanzas que habrían escapado a la mirada del historiador. Es absolutamente insostenible al menos si uno desea permanecer precisamente en el campo de la historia creerse algunas des estas historias que se cuentan.

A partir del siglo XV, luego en el siglo al XV, y más con la Reforma, el Oficio sufrió una súbita transformación muy profunda, pues : muchas de las grandes obras y catedrales se vinieron abajo, y los masones fueron cada vez más sirviendo a los particulares, nobles y burgueses de la época, y bien lo hacían solos o con otros Compañeros. Al patrono o sea al empleador se llamaba entonces Maestro. La logia ya no tenía más razón de ser, puesto que el nuevo tipo obras no la hacían ya necesaria. Esto explica porqué las logias operativas no dejaron ningún rastro en Inglaterra, eran tiempos duros en que la enfermedad afectaba en cualquier momento, dónde no existía ninguna protección social al menos fuera de la de la Iglesia.

Y ese es el porqué, en toda Europa, en todos los oficios, no solamente el de los masones, en todos los burgos, en todas las ciudades, se desarrollaron más las solidaridades naturales, a menudo fundadas sobre un empleo profesional o un estatuto social idéntico, que supone la base de las hermandades y su principal objeto era la ayuda mutua: Mutualidad y la Beneficencia. Se ponía dinero en común, y de esta manera se podía obtener una inhumación para un difunto de forma decente, y sostener en cierta medida a su viuda y sus retoños, o poder buscar empleo para los que aquellos que estaban momentáneamente privados de él.

Y eso es lo que seguramente evoca que el Sir Robert Plot menciona, en 1686, en su libro Histoire naturelle del Staffordshire, cuando menciona, testimonio casi único para el tiempo, de una organización denominada Masonry que dice “ funciona en todo el país ». La descripción que él hace, responde más bien a la de una fraternal de ayuda mutua de trabajadores precarios. No menciona nada a cerca del resto.

En Londres, la potente Compagnie des Maçons, con cierta especificidad dentro de la capital, acogía incluso, en el transcurso del siglo XVII a los benefactores elegidos entre los notables de la ciudad, para enriquecer sus fondos de ayuda. Estas hermandades municipales existen aún, y algunas de ellas no modificaron su vocación inicial: no eran Operativas, sin embargo no se volvieron especulativas, ya que la alternativa es demasiado sumaria.

Hasta aquí presento lo que era la situación hacia finales del siglo XVII en Inglaterra.

En Londres, en los primeros años del siglo XVIII, poco antes la primera reunión de la Primera Gran Logia, encontramos, que algunas raras logias que su composición y la actividad parecen corresponder en muchos puntos al esquema mencionado de una cierta actividad mutualista y caritativa.

Ignoramos en esos momentos qué usos rituales tenían o seguían las distintas logias. Todo hace pensar que eran muy simples, como los de la logia que recibió a Elias Ashmole leyéndole un manuscrito de los Antiguos Deberes, y ante el haciéndole prestar un juramento. [hay que recordar que lo hace en una logia compuesta por siete mienbros todos ellos notables locales, sin vinculaciónón aparente con la masonería]

Luego, estaba Escocia, alejada y brumosa, enemiga sempiterna y tan diferente de Inglaterra. No se sabe demasiado cómo se organizaban los masones en este pequeño país, muy poco poblado y bastante pobre, donde las catedrales no eran legiones, como en Inglaterra. Se sabe no obstante que hacia finales del siglo XVI, un gran empleado del Estado escocés, William Schaw, concibió una organización administrativa radicalmente nueva, regulando de manera muy precisa las agrupaciones de masones legislando sobre sus relaciones con los Maestros -los patronos- agrupados en los potentes gremios municipales denominados Incorporations. [Muy difrente de las Guildas de masones donde si constaba un cierto "secreto de reconocimiento" (Mot du Maçon) traspasad en un sencilla y discreta ceremonia , pero esencialmente reservada al los masones qualificados de la professión]

Los masones no fueron ya libres en la organización de Schaw, ya que debían estar necesariamente estar vinculados a una sección territorial, un resorte preciso, que reanudo una vieja palabra presente en la tradición del Oficio, se decidió nombrar una logia, dándole sin embargo un nuevo significado y un sentido profundamente distinto. Como sus colegas ingleses, los escoceses tenían la práctica de recibir en sus logias, en calidad de patrones, y benefactores a personalidades que no volvían de nuevo a la logia, pero que podían ayudar al Oficio, a veces dando trabajo a los obreros.

Estos Gentlemen Masons, como se les llamaba en Escocia, y nunca con otro nombre, no tenían ningún vínculo duradero con las logias, nada tenían que hacer y por otro lado tampoco habrían tenido ningún interés en asistir a sus reuniones, que por otra parte eran raras, puesto que las logias escocesas se reunían una o dos vez al año, a lo sumo, para solucionar asuntos administrativos.

Escocia es un país singular, ganado a partir de 1560 por un calvinismo radical, pero habitado por hombres curiosos y apasionados en cuanto a la filosofía y la mística, y enrolados muy menudo en el entorno de rey, incluido él mismo W. Schaw, hacia la mitad del siglo siguiente se encontraba también otra personalidad masónica: Robert Moray. Algunos de ellos figuraron entre el Gentlemen Masons, y otros muchos nunca volvieron a poner los pies en la logia en las que fueron recibidos. Sin embargo había algo que les interesó vivamente: un ritual y una tradición. En esta época, en las Islas Británicas, como en todo el continente, eran estas cuestiones elementos esenciales de la vida social. Muchos acontecimientos sociales eran ritualizados, a menudo, con una evidente connotación religiosa.

Así los Masones escoceses recibían a los Aprendices y a los Compañeros con ayuda de un ritual, por lo demás muy rudimentario comprometiéndose a proteger los secretos del reconocimiento a quiénes permitían reservar el privilegio del empleo y la protección de la ayuda mutua a los Masones debidamente registrados, y no a los Cowans, como denominaban en Escocia a los masones salvajes, o los que no estaban bajo ninguna logia.

Todo el secreto se justificaba de esta manera, puramente utilitaria, pero esencial en un pequeño país donde la vida era dura y el empleo sumamente raro.

Algunos de los Gentlemen Masons estaban muy inclinados a las investigaciones filosóficas, y eran muy sensibles al eco del Renacimiento neoplatónico, y como no tendentes a las proclamaciones misteriosas de los primeros manifiestos Rosa-Cruz, en la segunda década del siglo XVII, y por tanto quisieron reunirse para hacer de ello el objeto de sus trabajos e investigaciones.

Por deseo de la discreción quizá, por gusto al misterio, por el atractivo de los ritos extraños y antiguos que les eran más o menos conocidos, decidieron quizá agruparse pidiendo prestado las formas simbólicas y rituales de los masones escoceses que, también compartían un secreto, aunque este secreto también estos Gentlemen lo sabían, pero nunca había sido un secreto profesional y operativo.

Observamos pues que el problema esencial consiste, entonces, en explicar cómo a principios del siglo XVIII, en Londres, aparece, casi salida de la nada documental, una Masonería no operativa, la cual ya no estaba vinculada al ejercicio del oficio de masón, pero sí estaba organizada en esquemas muy cercanos de los de la Masonería escocesa.

El lazo de unión que falta debe encontrarse. Hará que un día se encuentren Masones libres, sin logias, como Ashmole o Moray, de filiación escocesa directa o indirectamente , y de logias libres, como la Masonry, descrita al final del siglo XVII por Robert Plot.

Obsevemos que el efecto es como si de un juego de transparencias se tratara, donde se superponen estos aspectos de dos orígenes profundamente diferentes, y con ello se obtiene un retrato bastante justo de la primera masonería inglesa de los años 1717-1723.

Indiquemos que una fecha importante, 1707, no debe ser descuidada. Es el Acte de Unión, quién hizo definitivamente de Escocia e Inglaterra, un sólo y único Reino, lo cual permitió por fin una real aunque lenta y desconfianza apertura de los dos países, uno hacia el otro.

Recordemos por fin, y sólo sería para abrir una última pista aún a arriesgo de exponer aún una aproximación, que uno de los protagonistas, si no el más importante, al menos mejor conocido de esta primera Masonería inglesa, fue el pastor Anderson, escocés de origen, natural de Aberdeen, y cuyo padre había pertenecido a la logia de esta ciudad escocesa…[ el cual tiene una voluntad política inédita que se manisfiesta en la redaccion de las Constituciones, que redacta, y que recogen , las preocupaciones y las ambiciones, los proyectos de los nuevos dirigentes de la masonería inglesa y de forma notable las de Desaguliers (Chanbelán del Príncipe de Gales y amigo de Newton. Todo ello trae consigo el control de una sociedad en adelante conocida como la Masoneria Inglesa, que gana un fabuloso destino apoyándose en los buenos pilares de la sociedad reclutando para ocupar el cargdo e grandes Maestres a miembros de la Casa Real. Una sabia configuración y elaboración de rituales con notables influencias de las Luces, con más que rehechas referencias medievales y arquetipos antiguos configurara la Masoneria Inglesa del siglo XVIII, cerrando de este modo un todo al que hoy asistimos ]

Me detengo aquí, y con esto he querido después de haber estudiado los archivos, los documentos y los testimonios, contarles una historia, esperando que no fuera demasiado distante de la historia real, sin olvidar que muchas sombras han pasado delante de nuestros ojos, y aún pasaran siglos y generaciones, sin poder ver o estudiar aquellas otras antiguas generaciones que vivieron sin suministrarnos totalmente su misterio. Sí la vela, que en parte he querido descubrir con este trabajo, ha conseguido levantar un velo de de la oscuridad, al menos debemos respetarlo y salvarnos de las quimeras.

La búsqueda de los orígenes es siempre una prueba, y sucede que el historiador debe renunciar temporalmente comprenderlo todo, pero nada prohíbe al hombre seguir esperándolo todo.


Roger Dachez . Renaissance Traditionnelle N°118/119 – avril-juillet 1999 (Traducción Victor Guerra).

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