miércoles, 23 de diciembre de 2009

Coplas - la contemplación




(San Juan de la Cruz)

Entréme donde no supe,
y quédeme no sabiendo,
toda sciencia trascendiendo.
Yo no supe dónde entraba,
pero, cuando allí me vi,
sin saber dónde me estaba,
grandes cosas entendí;
no diré lo que sentí,
que me quedé no sabiendo,
toda sciencia trascendiendo.
De paz y de piedad
era la sciencia perfecta,
e
n profunda soledad
entendida vía recta,
era cosa tan secreta,
que me quedé balbuciendo,
toda sciencia trascendiendo.
Estaba tan embebido,
tan absorto y ajenado,
que se quedó mi sentido
de todo sentir privado,
y el espíritu dotado
de un entender no entendido,
toda sciencia trascendiendo.
El que allí llega de vero
de si mismo desfallesce;
cuanto sabía primero
mucho bajo le paresce,
y su sciencia tanto cresce,
que se queda no sabiendo,
toda sciencia trascendiendo.
Cuanto más alto se sube,
tanto menos se entendía,
que es la tenebrosa nube
que a la noche esclarecía;
por eso quien la sabía
queda siempre no sabiendo,
toda sciencia trascendiendo.
Este saber no sabiendo
es de tan alto poder,
que los sabios arguyendo
jamás le pueden vencer,
que no llega su saber
a no entender entendiendo,
toda sciencia trascendiendo.
Y es de tan alta excelencia
aqueste summo saber,
que no hay facultad ni sciencia
que le puedan emprender;
quien se supiere vencer
con un no saber sabiendo,
irá siempre trascendiendo.
Y si lo queréis oír,
consiste esta summa sciencia
en un subido sentir
de la divinal Esencia;
es obra de su clemencia
hacer quedar no entendiendo,
toda sciencia trascendiendo.

Fuente: Atrium.


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